El Sueño

El Sueño es la pequeña puerta oculta que conduce a la parte mas escondida e intima del Alma, abierta sobre la originaria noche cósmica que ya era Alma mucho antes de que existiera la conciencia del Yo. La conciencia divide, pero con el sueño nos compenetramos en el hombre más profundo, universal, verdadero y eterno aún inmerso en la oscuridad de aquella noche primitiva en la cual el era todo y todo era en el. En la naturaleza indiferenciada y privada de todo Yo. Desde ésta profundidad que une todo nace el sueño. De esta manera con largos giros nosotros debemos conducir al individuo a una zona oscura irrisoriamente insignificante, irrelevante e inesencial de su Alma, y debemos hacer esto siguiendo un camino que ha sido abandonado desde hace tiempo reconocido como ilusión o aún tontería. Esta zona no es otra cosa que el fugaz, efímero, grotesco producto de la noche El Sueño y el camino es la comprensión del sueño. Ocuparse de los sueños significa tomar conciencia de Sí. El arte de interpretar los sueños no se puede aprender de los libros, nadie que no se conozca así mismo puede conocer al otro, y en cada uno hay un otro que nosotros no conocemos, y que nos habla a través del sueño, y que nos comunica una imagen distinta de la que tenemos de nosotros mismos. Puesto que los sueños me interesaban profundamente me sentí comprometido a sondear en primer lugar mi propia psiquis. Se desencadenó un flujo incesante de fantasías. Estaba inerme frente a un mundo extraño donde todo parecía difícil e incomprensible y tal vez sino hubiese traducido las emociones en imágenes me habrían destruido los contenidos del inconsciente. Para hacer frente a los asaltos del inconsciente contaba con la gran ayuda de la certeza de estar obedeciendo a una voluntad superior y este sentimiento me dio fuerza mientras no pude dominar la situación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario